
Por Orlando Pimentel.-
Ciudad de New York. — Con palabras que atravesaron corazones y despertaron conciencias, la reconocida evangelista y comunicadora espiritual Nelly Tavarez estremeció a miles de seguidores al lanzar un mensaje profundamente humano y esperanzador durante su más reciente entrega del programa devocionales, por la emisora Semillas de Fe.
En esta edición, que ya circula con fuerza a través de sus plataformas digitales en Facebook, Instagram y YouTube, la predicadora abordó temas que duelen, pero que también liberan: traiciones familiares, sueños rotos, heridas emocionales y la necesidad urgente de sanar desde la fe.
Uno de los momentos más conmovedores fue la lectura de una carta enviada por un padre desde Roma, titulada “No te metas en mi vida”. A través de una prosa sincera y desgarradora, la carta desnuda el amor callado que muchos padres entregan sin esperar nada a cambio. El clímax llegó con una frase que se quedó grabada en el alma de los oyentes:
“Hijo, no soy yo quien me metí en tu vida. Fuiste tú quien te metiste en la mía, y desde ese día no he dejado de amarte”.
Inspirándose en Isaías 49:15-16, Tavarez —voz firme de consuelo para muchos— recordó que, aunque los afectos humanos fallen, Dios nunca olvida a sus hijos: “Aunque una madre se olvide de su hijo, Yo no te olvidaré. Te tengo grabado en la palma de mis manos”.
La también mentora espiritual llevó su reflexión más allá al escudriñar la vida de José, el soñador bíblico, y cómo dentro del mismo hogar pueden nacer los mayores enemigos del propósito.
“Que nada ni nadie le robe sus sueños”, proclamó con vehemencia. “Si José no hubiera tenido grandes sueños, probablemente no hubiera enfrentado tanta oposición. Pero es mejor ser atacado por tener metas que vivir tranquilo sin propósito alguno”.
A través de frases cargadas de poder espiritual, la guía devocional alentó a su audiencia a volver a soñar, incluso en medio de la escasez, la soledad o el desprecio.
“Tener sueños le hará romper sus propios límites. Sueñe con lo que aún no tiene, pero desea tener: familia, empresa, salud, milagros. Los que sueñan ríen, aunque siembren entre lágrimas”, citando el Salmo 126 como ancla de esperanza.
Con la fuerza de una voz que no teme al dolor, la evangelista caribeña también elevó una oración especial por aquellos que dejaron sus proyectos a mitad de camino por culpa del miedo o las críticas:
“Siento una fuerte carga por los que silenciaron sus sueños. Oró para que Dios los despierte y renueve su fe”.
En su relato, compartió además la historia real de un ingeniero que, al perder su rumbo profesional, fue llevado por Dios a trabajar como gerente de una zapatería. En ese aparente retroceso, el hombre encontró su verdadero propósito y terminó fundando su propia compañía.
“Dios reubica, moldea y entrena. A veces lo que parece derrota, es solo una estación de entrenamiento para tu destino”, afirmó.
El mensaje culminó con una declaración de vida que ya ha sido compartida por miles de usuarios en redes sociales:
“Dios quiere hacer realidad tus sueños. No es casualidad que escuches este mensaje. Lo que Dios ha dicho de ti, se va a cumplir. Si perdiste un sueño, sueña dos más. Aumenta tus expectativas, porque los que sueñan con Dios no fracasan: florecen a su tiempo”.